Eusebio, junto con un equipo de expertos en restauración, comenzó a trabajar en la meticulosa tarea de devolver la vida a estos vehículos clásicos. Cada proceso de restauración era llevado a cabo con un profundo respeto por la autenticidad y la originalidad de los automóviles, utilizando piezas originales siempre que fuera posible. La flota creció con modelos icónicos como el Citroën Tiburon, el Renault 11 ligero y el Citroën 2CV entre otros.